crispurita

viernes, febrero 23, 2007

La reina de las flores

Mama Olga tenía en su sala la estatua de una mujer cargando un jarrón sobre el hombro, era una de esas clásicas estatuas que había en las casas de las abuelas a finales de los 80`s
La estatua tenía puesta una corona de flores artificiales, no era bonita ni delicada, era de plástico duro, hojas gruesas y flores moradas pero a nosotras nos gustaba mucho y como teníamos prohibido jugar con ella, esperábamos a que Mama Olga se fuera con sus amigas para tomarla prestada, Marce se ponía la bata azul brillante de su mama y nos turnábamos para portar la codiciada corona…

Un día, mientras Marce bailaba y cantaba bajando majestuosamente por las escaleras…
Escuchamos la puerta del barandal abrirse: era Mama Olga que llegaba sin aviso, Marce intento quitarse la corona de flores, pero se le había enredado en el cabello, subimos al segundo piso donde yo trate de ayudarla, Marce gritaba desesperada y adolorida a la vez,
Mama Olga entro a la casa llamándonos…

El terror nos invadió! No se como llegaron unas tijeras a mis manos, le dije a Marce: voy a tener que cortar! Marce se tapo los ojos mientras decía: no, no , no!. Pero las dos sabíamos que esa era la única salida…

Pobre Marce, de todos modos nos castigaron

Ella quedo con tremendo gallo parado, y la corona… la corona con el mechón de Marce enredado.

jueves, febrero 15, 2007

La Exótica Jardinerita

Mi desayuno fue un mango, un durazno ácido y unas patatas fritas con queso de las que quedaron de la cena de ayer… con tal desayuno, no me sorprendió que se me revolviera el estomago mientras el auto avanzaba, bajamos para comenzar a tomar las fotos pero mi estomago seguía dando lata, unos pasos mas y el vomito se sentía seguro…

Me senté en el piso, a la sombra de una columna y el mendigo de Fernando comenzó a tomarme fotos con mi cara de asco, un señor paso y se puso en una pose burlona y coqueta, como haciéndome sugerencia de cómo ponerme para la foto…

El malestar se fue un poco, así que me puse de pie para darle mate a la misión del día…

Mi estomago volvió a molestarme, me di cuenta de que tenia que hacerlo de una vez…

Corrí hacia la casa de un amigo que vive cerca de la Quinta Gameros para pedirle penosamente que me prestara su baño para vomitar. Al llegar sentí alivio al ver sus autos en la cochera, estaba seguramente en casa, toque a la puerta pero no abría, le llame al celular pero no contestaba, estaría dormido? pff la angustia me hizo adelantar el vomito…

Mire a mi alrededor, a la derecha estaba Fernando con su cámara y con cara de asco mientras me decía: te sientes bien? Vas a vomitar?

A la izquierda, estaba escondida de la vista de Fernando una hermosa jardinerita con plantas exóticas, tenia que decidir rápidamente entre vomitar ante la cámara de Fer o dentro de la jardinerita… Gduaaaaaa

Mientras devolvía el manguito con durazno y una que otra patata frita sobre la hermosa jardinerita, Germán (mi amigo) abrió la puerta diciendo en tono adormilado: que paso?
La pena me asusto y deje de vomitar, en un momento estuve ante la puerta rogándole a Germán que me dejara entrar a su baño a vomitar... él, amable pero burlonamente me dio el pase, corrí hacia el baño y me dijo: no, ese no sirve, ve al de arriba! Subí las escaleras y para cuando llegué, las ganas de vomitar se habían ido, lo único que hice ya en el baño fue lavarme la boca… Germanito atentamente me llevo un agua mineral para refrescar mi gargantita (él todavía no sabía la graciosada que le había dejado en su exótica jardinerita) con mucha pena, le explique lo que había sucedido a la entrada de su casa, le pedí unas bolsas plásticas y papel de baño para limpiar mi obra.

Al salir vi a Fernando todavía con cara de asco, con su camarita en la mano, aun sin moverse y me dispuse a limpiar. Lo bueno de esto es que solo había comido frutitas y patatas y no había bebido nada, era un vomito firme y de dulce aroma. Fue fácil recogerlo con las bolsas plásticas y con el papel limpié la tierra de la jardinerita hasta que quedo como nueva.
Le agradecí a Germán una vez mas por todo su apoyo y me retire de allí dignamente, con mi bolsa llena de manguito, durazno y patatas masticadas.